Una vivienda con una gran jardín donde reinaba la hierba y que obligaba sus dueños a hacer varias siegas a lo largo del año.
Una piscina para los niños era el deseo principal de los habitantes de la casa. Pero una piscina sin un bonito jardín que la adorne queda algo sin vida.
Así que nuestra misión fue hacer que el entorno luciera como un conjunto, lo máximo posible.
Añadimos muchos rincones de reunión y de descanso, pero desde donde se pudieran tener los niños vigilados.
Al añadir una pergola, ya tenemos un sitio con sombre para los días mas calurosos, así como hamacas brasileñas en distintos puntos y una hoguera de jardín para reunirse con amigo en los atardeceres y agradables noches.
Para reducir el consumo de agua y el mantenimiento hemos creado una pradera de tapizantes, también resistente a los juegos.
Antes y Después