Un jardín que parecía tener difícil solución debido a su gran extensión plana, pero creando distintos puntos focales y enmarcandoles con parterres de plantas vivaces, el resultado es impactante.
Un cambio absoluto en apenas algunos meses en un jardín donde antes solo habían pinos y barro.
Una climatología muy especial con muchísimas heladas y veranos secos y calurosos determinaban el uso de una vegetación resistente.
Zona de descanso con hamacas brasileñas debajo de una fresca sombra y junto a la área con el ofuro, una bañera japonesa.
Otra zona con un fire pit, una hoguera de jardín donde recibir a los amigos y disfrutar de largas charlas.
Otro punto focal realizado con una espectacular pared de agua, y un estanque rodeado de vegetación exuberante.
En resumen un jardín para vivir y disfrutar.