

Pasar de tener una gran parcela casi abandonada y llena de hierbajos a tener un jardín que es un verdadero paraíso en pocos meses.
Este jardín ahora lo tiene todo.
Zona de pradera para juegos, escalonada con acero corten e iluminadas por la noche.
Esculturas también de acero corten. Que añaden un carácter único.
Arboles de color otoñal como el Gingko, parrotias, cerezos japoneses. Zonas de relax con hamacas brasileñas, un huerto para verduras, frutales varios y una plantación de fresas.
También tiene un espectacular arroyo que hemos diseñado para que bajara del porche de la vivienda, recorriendo toda la parcela y acabando en un precioso estanque, en uno de los rincones mas bellos de todo el jardín.
Una vegetación que rodea y perfecciona el entorno privilegiado, dando colores y aromas todo el año. ¿Qué más se puede pedir?


Antes y Después

