Esta vivienda necesitaba un sitio acogedor, para ver las espectaculares puestas de sol que disfrutan en un entorno privilegiado.
La azotea estaba vacía y olvidada. Un sitio desaprovechado donde los habitantes de la casa apenas subían.
Utilizando un sistema de jardineras modulares y conectadas entre sí, con el riego escondido y un ahorro de agua sostenible, hemos creado este precioso espacio donde la naturaleza esta presente con fuerza.
Un ambiente que invita al disfrute, con un sofá, un puf, mesitas de apoyo y una codiciada cama. Todo resistente a la intemperie.
Con vistas a la sierra de Madrid, pudiendo disfrutar de la puesta de sol y reuniones con amigos sin hora para acabar.
Como broche una fuente escultural en forma de pareja abrazada, que invita al romance en este coqueto espacio en las nubes.
Antes y Después