

La terraza de un call center que solo era utilizada por los fumadores de la empresa, hoy es un refugio para todos los que quieren olvidarse por un momento de que están en el trabajo.
Un espacio triste y sin vida, la gente se sentaba donde podía, y a pesar de las vistas tan bonitas y un espacio tan amplio, el potencial de la terraza estaba totalmente desaprovechado.
Con un formato un tanto cuanto irregular y una pérdida de casi dos metros laterales, por el carril de la maquina que limpia los cristales de la fachada, este parecía tener difícil solución.
¿Cómo puedes crear sombra sin fijar nada al suelo, en un sitio con tanto viento? Un uso bastante diversificado e intensivo del espacio también se tuvo en cuenta.
El secreto está en observar las necesidades de los clientes, buscar soluciones practicas y durables, y sobretodo hacerlo con cariño y dejando parte de uno mismo en el jardín.


Antes y Después

